viernes, 26 de septiembre de 2008

La polisemia

Por Ángeles Álvarez Moralejo
¿Qué es la polisemia, sino un recurso de economía lingüística? Palabras con significados múltiples, y no digamos sólo los significados denotativos, tengamos en cuenta los connotativos, aquí ya nos perdemos. Palabras “comodín” como a mí me gusta llamarlas en la clase de ELE para que los alumnos lo entiendan, nos aportan tantos significados, que, paradójicamente, al contrario de enriquecer la lengua, la empobrecen por esa falta de vocabulario específico, pero que, por otro lado, son muy útiles en niveles elementales de ELE.
Pongamos por ejemplo, las palabras “cosa”, “chisme”, “aparato”. Palabras que usamos en contextos diferentes, pero que en todos ellos sustituyen al vocablo exacto; bien es verdad que al desconocer dicho vocablo nos ayudan a salir del paso y podemos establecer la comunicación, sin que haya ningún tipo de equivocación o malentendido.
He comprado una cosa”. Tal vez el hablante desea guardar en secreto la “cosa” comprada o no quiere desvelarla o bien no sabe cómo se llama exactamente. Sin embargo, el contenido de la comunicación es explícito.
No sólo en el mundo de los sustantivos se da este tipo de fenómeno, sucede con todas las palabras que forman parte de la oración, tanto variables como invariables: adjetivos, preposiciones, interjecciones, verbos, adverbios, etc.

Verbos como poner, hacer, tener, etc., tienen múltiples significados. Existe una tendencia contraria a lo que conocemos como economía lingüística, que nos da cierta redundancia. Me refiero al uso frecuente de los alumnos dentro de ELE de sintagmas formados por el verbo + un sustantivo, en lugar de usar el infinitivo que lo sustituye. Hacer la comida >Cocinar, Hacer la limpieza>Limpiar, Hacer una casa>Construir.

Respecto a las preposiciones, podemos poner como ejemplo “Por”, con todos sus significados:
Miré por la ventana (a través de)
Me voy por no querer hablar contigo (porque)
Voy por ti a la conferencia (en tu lugar)
Conseguí el piso por 300.000 € (precio)
Iré por verte (para)
Estuve allí por 2 meses (durante)
La manzana fue comida por el niño (Complemento Agente de la voz pasiva)
Paseo por el parque (movimiento)

Por otro lado tenemos la metonimia, que también está dentro de este tipo de recursos.
En el mar se divisaban 1000 velas.
Ponme un Rioja.
Había 100 almas

Las palabras “vela”, “Rioja” y “alma”, sustituyen a otro sustantivo, bien usando la parte por el todo (vela =barco), (alma =persona) o bien usando el nombre del lugar por el producto (Rioja = vaso de vino). Hay muchos tipos de metonimias, sin embargo he escrito estas a modo de ejemplo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Pero tú ¿no te ibas hoy?

Por Ángeles Álvarez Moralejo
¿Cómo explicar a un estudiante de ELE esta frase? ¿Cómo explicarle que el Pretérito Imperfecto de Indicativo podemos usarlo en tiempo presente? Realmente es muy complicado si los profesores de ELE desde niveles muy elementales no informamos al estudiante de que hay un tema en la lengua que se llama Estilo Indirecto.
Sí, esta es la única explicación gramatical y, por lo tanto, lógica para la comprensión y el uso de frases de este tipo en situaciones coloquiales y frecuentísimas en la lengua hablada.
Tenemos que partir del Estilo Directo, es decir de las palabras exactas usadas por el emisor: “Mañana (o el próximo día…) me voy”. Partiendo de esta frase, lo que está diciendo es “Pero ¿no me dijiste que te ibas hoy?” Haciendo uso de la economía lingüística omite (“me dijiste que”), y se limita a dar el contenido relevante para que se establezca el principio de la comunicación. No es necesario, pues los hablantes nativos comprendemos perfectamente el mensaje en su integridad. Sin embargo, cuando les explicas los usos básicos del Pretérito Imperfecto a los estudiantes del ELE, les dices, los usos de este tiempo son:
1) Narración abierta en pasado: Cuando era niña, vivía con mis padres
2) Descripción en pasado: Mi profesora era alta, tenía el pelo rubio y le gustaba el color rojo.
3) Acción habitual: Todos los fines de semana íbamos al cine con nuestros abuelos.
4) Copresente: ¡Hola! ¿Qué hacías?
5) Uso en la apódosis de una oración hipotética (alternando con el Condicional Imperfecto en tiempo presente): Si tuviera dinero, iría/iba a Méjico.

Si un alumno escucha esta frase en la calle, en un bar, en su familia de acogida, o vete tú a saber dónde, se le caerá el mundo encima, intentando darle una explicación al uso del imperfecto en la frase del título. Cuando esté medio loco, decidirá llevar la duda a clase, dependiendo del origen y carácter del estudiante. Quiero decir, si el estudiante es riguroso y atrevido (hay casos en los que a los alumnos les surgen dudas, pero jamás te las plantearán en clase, bien por la timidez o simplemente por no saber cómo explicar la duda al profesor y quedar en ridículo delante de otros compañeros, ¡hay de todo!) la preguntará e intentará que el profesor le explique qué uso del P. Imperfecto es. No es narración, ni descripción, ni habitualidad, ni copresente, ni tampoco es una hipótesis. Entonces ¿de qué demonio se trata? La respuesta es bien fácil: se trata de un Presente interpretado en Estilo Indirecto. Y su respuesta será: ¡Ah!, entiendo. Gracias.

Expliquemos con rigor para evitar este tipo de problemas.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Una calle sin "portales"

Por Roca
Es curioso, pero cierto: Una calle en Madrid, con el nombre de MADRID y en la que no hay ni un solo portal de viviendas. Nadie puede decir: "Vivo en la calle Madrid". Se trata de una pequeña calle que va desde la Plaza de la Villa a la Calle del Duque de Nájera.

Seguramente se le da a esta calle el nombre de Madrid al estar contigua al Ayuntamiento; aunque ahora pensemos si dicha calle cambiará de nombre y pase del Madrid de los Austrias al de los Borbones, donde actualmente se ubica el Ayuntamiento de la Villa y Corte.

martes, 2 de septiembre de 2008

¿Qué es la lengua?

Por Ángeles Álvarez Moralejo
¿Qué es la lengua? Podríamos decir que es el instrumento de que disponemos para poder comunicarnos los seres humanos. Pues bien, la lengua va cambiando al igual que cambia la sociedad. La lengua no es un ser inerte, sino que se va adaptando a los cambios sociales e históricos que se van produciendo en la evolución de la raza humana, esto es lo que determina la vitalidad de la lengua como algo vivo. Una señal evidente de esos cambios es la economía lingüística a la que se va adaptando. Todas las lenguas debido a la “comodidad” de sus hablantes tienden a simplificarse tanto en el sistema fonológico, como sintáctico y léxico. Los hablantes desean desgastar la mínima energía en su comunicación y siempre que el mensaje sea íntegro y significativo, favorece la economía lingüística. Decir las cosas con el mínimo esfuerzo y con el mismo resultado.
De ahí, que fonológicamente, existan los fenómenos de ceceo, seseo y yeísmo. Bien es verdad que son rasgos característicos de dialectos del castellano, sin embargo ¿Por qué se producen? Pues simplemente por el escaso poder distintivo de estas oposiciones fonológicas, sin embargo esto no provoca ningún problema, pues en el contexto lingüístico la diferencia es clara. Por ejemplo: He hecho la tarta con una masa de harina, huevo y leche. Le dio un golpe con una maza de madera. Se trata, pues de rasgos característicos de determinadas hablas dialectales.
Otro recurso muy marcado de economía lingüística está en los acrónimos. Cada vez más, por necesidades científicas, económicas, políticas, sociales, etc. el uso de los acrónimos es mayor. Pongamos como ejemplos: ACB: Asociación de Clubes de Baloncesto, ONCE: Organización Nacional de Ciegos Españoles, DGT: Dirección General de Tráfico, AVE: Alta Velocidad Española. Muchos acrónimos hacen que se globalice la lengua y exista un gran número de ellos que son de uso internacional y que todo el mundo conoce y usa, siendo su base el inglés. CIA: Central Intelligence Agency (Agencia Central de Inteligencia), FBI: Federal Bureau of Investigation (Oficina Federal de Investigación), UNICEF : United Nation's International Children's Emergency Fund (Fondo Internacional de las Naciones Unidas para Emergencias de la Infancia), UNESCO: United Nation's Educational, Scientific and Cultural Organization (Organización de las Naciones Unidas para Educación, Ciencia y Cultura).
No obstante debemos tener mucho cuidado a la hora de economizar lengua, pues no siempre es positivo y, a veces, puede mostrar cierta desgana a la hora de usar la lengua correctamente y todo esto derivar en una limitación de la lengua, que puede dar lugar al empobrecimiento de la misma. Es lo que sucede con los mensajes de los teléfonos móviles, tema del que trataré más adelante.