miércoles, 4 de mayo de 2011

Levantamiento del Mayo

Por Ángeles Álvarez Moralejo

Este año, después de mucho tiempo, he podido presenciar el levantamiento del Mayo en mi pueblo. ¿Quién lo ha levantado? Pues curiosamente no han sido los quintos, dado que este año no había quintos, pero sí acompañantes, además se trataba de los mejores acompañantes de la historia, si tenemos en cuenta que estos niños que tienen 17 años llevan esos años con ganas de levantar el mayo; disgustos nos han costado a todos cuando estos niños casi con biberón nos obligaban a quedarnos para presenciar el levantamiento del mayo, ¿qué pensarían ellos? Pues bien, este año ellos han sido los protagonistas y lo han hecho muy bien.


En la mayor parte de los pueblos de Zamora existe una ancestral costumbre que es la de “poner el Mayo” el primer día del mes. El origen de esta fiesta procede de los cultos totémicos y los primitivos ritos de fecundidad que los pueblos primitivos realizaban y en los que el árbol tenía un carácter sagrado, a la vez que símbolo de fecundidad y protección. Respecto a su significado “árbol Mayo” significa “aquel árbol que está lleno de savia, es decir lleno de vida”.


El mayo es un poste o viga con una frondosa copa de árbol en la punta que los quintos del año seleccionan y talan con ayuda de sus familiares y amigos. Tiene que medir aproximadamente unos 20 metros o más, (este año el de Cubo del Vino mide 27 metros) , para que se pueda ver desde cualquier punto del pueblo, y es subido y puesto recto con sogas. Con la ayuda de un carro antiguo y unas horquillas se eleva y es metido en un gran agujero que previamente se ha hecho en el suelo, en el caso de nuestro pueblo, la antigua alcaldesa tuvo la gran idea de hacerlo de hormigón, para perpetuidad, es una cosa que debemos agradecerle . Al gran palo se le añade una copa frondosa de hojas de pino, se le añade al fresno con unas abrazaderas para que este parezca, si cabe, más alto. Desde una posición horizontal se coloca sobre el carro designado a tal efecto y mientras unos van empujando el carro, otros colocan primero la horquilla corta y después la larga a fin de ayudar a la elevación del fresno. La fuerza viene también desde otro punto y es desde las grandes maromas que cuelgan del palo y que en dirección contraria a la posición del mayo, son agarradas con fuerza por todos aquellos que deseen ayudar a su alzamiento.


Con una precisión increíble para estos profanos en medición, van subiendo poco a poco el fresno y al cabo de una hora y media la base del árbol cae por su propio peso en el gran agujero preparado para tal fin. En ese momento alguien tira un cohete para que todo el mundo, aunque esté durmiendo o dormido (que para el caso viene a ser lo mismo) se entere de que un año más se ha conseguido encajar ese gran falo en su lugar para envidia de los forasteros y gloria de todos los paisanos.


Por supuesto que la fiesta no podría quedar en eso. Los protagonistas, henchidos de orgullo, invitan a todos los presentes (tanto espectadores como ayudantes) a tomar un chocolate, hecho previamente en una gran hoguera que se ha prendido exclusivamente para ello.


Dicho “mayo” tendrá la vida de 31 días que son los que tiene el mes que le da el nombre. El día 31 de mayo a las 12 de la noche debe ser talado o quitado del trono de exhibición en el que ha estado durante todo el mes de las flores.