YO SAQUÉ
EL CARNET DE CONDUCIR EN LA AUTOESCUELA JAVA
Cuando navegas por internet a fin de encontrar respuestas
que te ayuden a pasar el examen tanto teórico como práctico del carnet de
conducir, te das cuenta de lo que se teje en ese mundo en función de los
intereses de cada persona.
Este mundo para mí era totalmente desconocido pues jamás en
toda mi larga vida me había dado por sacar el carnet de conducir y mucho menos
de conducir mi propio coche ¡Con lo bien que se viaja de copiloto o aprovechando
los medios de comunicación tan estupendos (única cosa, creo) que tenemos en
este país y más en una ciudad como Madrid! Sin embargo, supongo que son etapas
de la vida, un buen día del 2012, se me plantó en la cabeza la idea de
comprar un coche, pero, claro, para ello tenía que tener carnet. Pues ¡manos a
la obra! De manera totalmente fortuita, después de haber hecho averiguaciones
para que la autoescuela elegida estuviera próxima a mi lugar de trabajo, por
aquello del tiempo disponible, del cual disfruto muy poco, alguien me dijo que
había una en el Paseo de las Delicias; la verdad es que no está tan cerca de mi
trabajo como esperaba, pero tenía tantas
ganas de matricularme que me acerqué una buena tarde a informarme sobre el
asunto. Además pensé que si iba paseando todos los días, unos 40 minutos,
mataría dos pájaros de un tiro: pues además de prepararme para dicho objetivo,
podría contrarrestar mi colesterol. Cuando llegué me metí en una tienda de
compra y venta de oro; no, allí no era, lo que sucede es que dicha autoescuela
comparte portal con dicho local. Subí unas escaleritas y allí me atendió Aurora
que me informó de manera clara y contundente y sin hacer demasiadas preguntas,
fui al cajero para sacar dinero y hacer la matrícula inmediatamente, (las cosas
en caliente son mejores). Empecé enseguida a leerme el código, que me
facilitaron con la matrícula. Cuando se lo comenté a mi profesor de clases teóricas,
me dijo que nadie se leía el código, pues yo lo hice y no una vez sino tres. Tengo
que reconocer que fui muy pocos días a la clase teórica (por falta de tiempo),
pero los días que fui me fueron muy útiles, pues mi profesor, Julián, lo
explicaba de manera tan fácil, dinámica, clara y relajada que empecé a tomarle
gusto a eso de la Seguridad Vial. Se recomienda ir a las clases teóricas, pero
en mi caso fui cuatro veces contadas, sin embargo me dieron acceso para que
hiciera test en la página de JAVA a través de Internet, por lo que todos los
días y de manera constante me pasaba las horas muertas en mi casa (renunciando
a muchas cosas) haciendo test, test, test… Cuando pensé que ya los dominaba más
o menos con los dibujitos (distancias, velocidades, tipos de vehículo, pesos,
medidas, señales, etc.) que me marqué en
un cuaderno, decidí ir al examen y aprobé.
Ahora tenía que empezar a hacer prácticas, ¡tenía tanta
ilusión por ponerme delante de un volante…!. Me asignaron (por pura casualidad
y debido a que era agosto y todos estaban de vacaciones) a mi profesor, Javier
(víctima, como yo, de regentar una Pyme, personas que no tenemos derecho a
vacaciones ni siquiera en verano), que iba a ser el responsable de que no
tuviera miedo al coche, pero sí de que le tuviera respeto, “Recuerda que nunca
vas sola” me decía constantemente. Al principio fue un sinvivir, eran tantas
las cosas que debía tener en cuenta que me daba la impresión de que nunca
podría sacar el carnet. “Mira los espejos, vuelve a mirarlos”, “Guarda la
distancia lateral y frontal”, “Anticípate” “Señala todas las maniobras”,
“Observa las señales” “Paso de peatones” “Resalto”, “Cambia de marcha” “Pisa el
embrague a fondo” “Ayúdate con el embrague” “Pisa antes el acelerador” “Suelta
poco a poco el embrague”, “Reduce” “Cambia de marcha” “Cambia de carril
suavemente, pero con decisión” “Suelta primero embrague” “Si no ves en un stop,
hazlo doble, pero sin invadir”, “¿Has visto a la señora que está detrás?” “¿Pero,
no has visto el ceda?”, "¿Por dónde se conduce?"; En fin, muchas son las cosas que hay que tener en cuenta
a la hora de conducir un coche; sin embargo toda la gente que me rodea dice que
después todo esto es instintivo. Gracias a que la naturaleza humana tiene la
capacidad de automatizar las cosas, en este caso, las maniobras, porque de lo
contrario nadie sería capaz de poder hacerlo y si “ese puede, yo también” eso
es lo que pensaba cuando estaba preparando mi examen práctico y observaba
continuamente a todos los conductores y algunos ¡vaya peligro tienen!.
En realidad tengo que darle las gracias a la Autoescuela
Java y especialmente a mi profesor Javier, pues gracias a él ahora puedo
presumir de tener, por fin, mi ansiado carnet de conducir. Es un profesor de
los que me gustan: estricto, noble, simpático, generoso, pero también un poco
duro, un profesor a la vieja usanza, que
demuestra una gran profesionalidad. He tenido muchos profesores en mi vida, y
curiosamente recuerdo muy especialmente a aquellos que me hicieron sufrir, pero
que me enseñaron; a los “blandos” apenas los recuerdas con el tiempo.
Por otro lado no debemos quejarnos si nos suspenden porque
nos hemos saltado un stop, o varios; si entramos en un carril de aceleración en
cuarta y no reducimos o si al hacerlo metemos primera porque “se me ha puesto
dura”, como diría mi querida compañera de automoción, Dilma (ecuatoriana); si
algún peatón tiene que dar un salto en un paso en el que tiene prioridad; si
está lloviendo y nos imaginamos la calzada, ya que desconocemos que existen los
limpiaparabrisas; si al desplazarnos a cualquiera de los lados no miramos antes
por el retrovisor y nos aseguramos de que podemos hacerlo en condiciones de
seguridad, etc, etc. Son muchos los fallos que cometemos en el examen y que,
por muy bondadosos que sean los examinadores no podrían pasarnos el examen ya
que estarían pariendo a suicidas en la carretera cuando en realidad lo que
pretenden es que las personas aptas para conducir al menos sepan qué es la
conducción.
Es cierto que “cada uno habla de la feria como le va en
ella”, o al menos eso dice el refrán popular; sin embargo y a pesar de no tener
relación personal alguna con la Autoescuela Java, tengo que decir que lo que
rige la vida y manda el devenir del futuro es la honradez, HONRADEZ con mayúsculas
y eso sí podemos aplicárselo a JAVA. Ellos no pueden hacer milagros, pero el
que quiere, es constante y escucha, al menos allí, no se sentirá engañado.
Lo que me espera en el futuro es llevar al fantasma de mi
profesor Javier en la cabeza repitiéndome todas esas frases que no por manidas
son insignificantes, sino que serán esas frases que tendré que recordar y
ejecutar cuando algún día me siente al volante de mi coche, a fin de no crear
peligro en la carretera y de preservar no solo mi integridad física sino también
la de los demás. ¡Gracias Javier!